La salud emocional juega un papel fundamental en nuestra vida, equilibrando los matices positivos y negativos de las emociones con el fin de adquirir una experiencia vivencial completa y que logremos alcanzar nuestros objetivos de la mejor forma posible.
El aspecto emocional conforma una parte de la salud mental que toda persona debe tener para desenvolverse adecuadamente en su entorno social, saber tomar decisiones y enfrentar los retos de la vida diaria sin caer ante el estrés, la ansiedad u otros problemas similares.
Ser saludable mental y emocionalmente es igual de crucial en cualquier etapa, siendo la niñez aquella en la que comenzamos a trabajar este rasgo hasta la vejez, que es el último periodo.
Es por eso que aquí te presentamos algunos hábitos que son de ayuda para cuidar la salud emocional de los niños, así como de los adolescentes en caso de que tus hijos se encuentren en esta fase.
Ser un modelo a seguir
El hábito principal nos involucra como padres, pues si deseamos que nuestros hijos gocen de salud emocional desde niños, hay que darles el ejemplo de las conductas y actitudes que deben tener ante diferentes situaciones, demostrando que una variedad de emociones en el día es saludable sin importar que estas sean negativas.
Enseñándoles a ser empáticos y tolerantes con los sentimientos de otros, ellos aprenderán más sobre la salud mental y emocional; incentivándolos con el ejemplo a que respeten y entiendan el sentir de las personas cercanas a ellos les permitirá mejorar su inteligencia en cuanto a emocionalidad se refiere.
Establecer una rutina
La salud emocional en los adolescentes suele ser más complicada de mantener debido a los cambios que surgen en su vida, dejando atrás la etapa de la niñez para comenzar a trabajar su madurez y personalidad por completo.
Estableciendo una rutina de actividades conseguiremos que mejoren su aspecto emocional, llevando a cabo tareas que los ayuden a conducir sus emociones en todo tipo de escenarios a los que se enfrentan en sus distintos entornos sociales.
Ejercitarse a diario
No hay nada mejor para la mente y el cuerpo que la activación física, fomentando una cultura saludable con ejercicio de forma regular ayudamos a que el estado de ánimo de nuestros hijos se encuentre en las mejores condiciones para que sean capaces de afrontar su día a día.
Aunado a esto, les inculcamos un mejor estilo de vida y garantizamos que su salud sea tanto física como mental, enfocándose en pequeños logros que los impulsarán a tomar más y mejores desafíos.
Dormir lo suficiente
Una de las actividades que influyen directamente en el estado de una persona es el descanso, si no dormimos adecuadamente y a nuestras horas es posible que perjudiquemos severamente nuestra salud en todos los sentidos. Esto se ha comprobado por expertos que relacionan el bienestar con la cantidad y calidad de sueño que tenemos diariamente.
Para una buena salud emocional de nuestros niños es de gran ayuda establecer una rutina en su descanso, con horarios definidos y espacios optimizados para que duerman bien, estarán listos y llenos de energía para lograr lo que sea que se propongan.
Fomentar hobbies e intereses
Desarrollarse en áreas que sean de su interés funciona como un gran incentivo para mejorar las habilidades que tienen y adquirir un gusto por alcanzar metas a corto o mediano plazo.
Esto sirve de mejor manera para la salud emocional de los adolescentes, ya que fijar su vista en algo que en verdad les apasiona los mantiene motivados y con ganas de progresar en cualquier ámbito de su vida.
Llevar un diario
Por último, llevar registro de todo lo que aconteció en su día con un diario les sirve para identificar aspectos positivos con el propósito de que continúen con ellos; en el caso de los negativos, evita que los repitan y resalta áreas en las que pueden mejorar.
Con el paso del tiempo, el diario se convertirá en una gran herramienta para la salud emocional de los niños, teniendo su propio espacio en el que pueden expresarse libremente y hablar de cómo se sintieron en cada una de las partes de su día.
La salud mental es igual de importante que la física, por esa razón debemos enseñar a nuestros hijos a que mantengan un bienestar tanto físico como emocional, solo así lograrán crecer y manejarse apropiadamente en cualquier entorno o ámbito que se encuentren.